
- Descubre lo que te impulsa hoy
¿Por qué no tomarse un tiempo hoy y hacer una reflexión rápida de dónde te encuentras ahora? Toma un aspecto de tu vida en el que te gustaría progresar más.
Por ejemplo, puede ser tu trabajo actual. Comienza con el por qué. Escribe las razones por las que estás en el trabajo en el que estás. Luego, piensa en tu Núcleo de Motivación: tu Propósito. Escribe qué es lo que te da significado dentro de tu trabajo y cuáles son algunas de las cosas que te ayudarán a avanzar en la vida.
Una vez que tenga esos puntos, es hora de hacer una comparación. ¿Tu trabajo actual te ayuda a progresar hacia ese propósito que has escrito? Si es así, estás en el camino correcto. Si no es así, o si te has dado cuenta de que tu vida no va donde quieres, no entres en pánico. Hay herramientas que pueden ayudarte a superar esto.
Haz tu mejor esfuerzo para no enfocarte en lo negativo. Revisa tus objetivos y apúnta en una dirección positiva, incluso si eso significa que debas comenzar poco a poco. En mi caso, hace poco me decidí a prepararme para una certificación muy importante para mi carrera y desarrollo profesional. Estoy increiblemente motivada a completarlo antes de finalizar el año. Así que todos los días me siento motivada a estudiar y revisar el contenido para cumplir mi objetivo.
- Cambia tu enfoque y no te rindas
Cuando algo no se siente bien, siempre es un buen momento para tomarse un momento y buscar un enfoque diferente si deseas aprender a motivarte.
Es posible que estés haciendo todo de manera correcta y eficiente, pero ese enfoque no es necesariamente el más motivador. Muy a menudo, puedes encontrar una serie de ajustes obvios a tu enfoque actual que cambiarán tu experiencia y abrirán nuevas posibilidades.
Por eso es tan común decir “de una forma u otra”: si realmente quieres lograr tu objetivo, siempre hay una manera; y lo más probable es que haya más de una manera.
Si un determinado enfoque no funciona para ti, busca otro y sigue intentándolo hasta que encuentres el que te mantendrá motivado y te dará los resultados deseados.
Si no puedes encontrar el enfoque correcto, es posible que debas volver a los conceptos básicos de motivación para encontrar tu estilo de motivación.
Suena complejo, pero en lineas simples te digo: todos los caminos conducen a Roma y a veces nos enfocamos en hacer las cosas de la manera tradicional y convencional, y pasa que no se ajusta a nuestro sistema personal. No te desalientes si para lograr el objectivo debes explorar diferentes caminos. Es parte del enfoque!
- Reconoce tu progreso
Todo en lo que estés trabajando se puede dividir fácilmente en partes y etapas más pequeñas. Para la mayoría de las metas grandes a largo plazo, es bastante natural dividir el proceso de lograrlas en tareas e hitos más pequeños. Hay algunas razones detrás de hacer esto, y una de ellas es el seguimiento de tu progreso.
Realizamos un seguimiento de nuestro progreso automáticamente con la mayoría de las actividades, pero para mantenerse motivado, debes reconocer tu progreso, no simplemente seguirlo. El seguimiento es simplemente tomar nota de haber llegado a una determinada etapa en su proceso. Reconocer es tomarse el tiempo para mirar el panorama general y darse cuenta de dónde te encuentras exactamente y cuánto más te queda por hacer.
Por ejemplo, si vas a leer un libro, siempre comienza repasando la tabla de contenido. Familiarizarse con los títulos de los capítulos y memorizar su número total le facilitará reconocer su progreso a medida que avanza.
De alguna manera, está en la naturaleza humana querer siempre que las cosas sucedan a corto plazo o incluso de una vez. Aunque dividimos tareas complejas en acciones más simples, no sentimos la satisfacción hasta que todo está hecho y la tarea está completa.
Sin embargo, para muchos escenarios, la tarea es tan vasta que tal enfoque te quitará toda la motivación mucho antes de que tengas la oportunidad de alcanzar tu objetivo. Por eso es importante dar siempre pequeños pasos y reconocer el progreso positivo realizado. Así es como te mantienes motivado a largo plazo.
- Recompénsate
¿Te sientes mal por hacer algo? ¿Temes la idea de trabajar en una tarea en particular? ¿Odias la idea de trabajar?
Desde el principio, acuerda algunos entregables que justifiquen tu recompensa. Tan pronto como obtengas uno de los resultados acordados, tómate un tiempo para recompensarte de alguna manera. Esto crea motivadores externos para ayudarte a sentirte motivado a largo plazo.
Para algunas tareas, basta con tomar un descanso y relajarse durante unos minutos. Para otros, es posible que desees obtener una taza de café recién hecho e incluso disfrutar de un postre.
Para tareas aún más grandes y exigentes, recompénsate haciendo algo aún más agradable, como ir a ver una película, hacer un viaje a algún lugar agradable o incluso comprarte algo.
Cuanto más te recompenses por progresar, más motivado te sentirás para alcanzar nuevos hitos.
Reflexiones finales sobre cómo mantenerse motivado
La felicidad no necesita ser un término vago o una ilusión que estés persiguiendo constantemente sin un final a la vista. Al encontrar tu verdadera motivación, estarás un paso más cerca de darte cuenta de tu felicidad y encontrar significado en todo lo que haces.
Es posible que hayas probado muchas soluciones para ayudarte a mantenerte motivado y descubriste que ninguna de ellas realmente tiene ningún impacto. Esto se debe a que solo provocan cambios incrementales, y el cambio permanente requiere un enfoque holístico. Requiere algo más que centrarse en un área de tu vida o cambiar una parte de tu rutina o acciones.
Quieres hacer un cambio fundamental, pero se siente como un territorio grande y desconocido en el que no puedes permitirte el lujo de aventurarte en este momento de tu vida.
La verdad es que llevar tu vida a la siguiente etapa no tiene por qué ser tan complicado. Entonces, si deseas dar el primer paso para lograr el propósito de su vida, ¡ahora es el momento de aprender a encontrar la motivación!