La semana pasada me topé con un post de Robynn Storey en LinkedIn, en el cual compartía la historia de un cliente y el proceso amargo de reclutamiento por el cual tuvo que pasar.
A client of mine, a CFO, recently interviewed for a new role. 5 interviews with everyone from the Recruiter to the CEO.
After the 5th interview, he felt he was close to getting an offer.
He received a call from the Recruiter who said “I see you did not finish your degree.”
Robynn Storey – LinkedIn
Traducción:
“Un cliente mío, un director financiero, fue entrevistado recientemente para un nuevo puesto. 5 entrevistas con todos, desde el Reclutador hasta el CEO.
Después de la quinta entrevista, sintió que estaba cerca de recibir una oferta.
Recibió una llamada del Reclutador que le dijo “Veo que no terminó su carrera”.
Mi cliente dice: “Nunca dije que tenía un título. Tengo 6 años de experiencia militar y 25 años de experiencia como CFO. Mi currículum lo dice JUSTO AHÍ”.
Ella le hace saber que este puesto ‘requiere’ un título y, si bien él les agrada, es un ‘no negociable’.
Está enojado. 5 entrevistas y AHORA es que le dicen.
Así que se enoja durante uno o dos días y luego envía un correo electrónico al director ejecutivo para hacerle saber que apreciaba conocerlo, pero que habló con el reclutador y que no pueden ofrecerle el trabajo porque no tiene un título. El director ejecutivo le envía un correo electrónico de inmediato y le dice “ya me comunico contigo”.
2 días después, recibe una oferta. Que acepta. El director general lo quería para el puesto y le dijo al reclutador que hiciera la oferta (a pesar de que no era negociable).
El sentido común DEBE gobernar el día. Las reglas y los requisitos inventados NUNCA sustituirán a una gran experiencia.”
Entonces, ¿qué podemos analizar de este “reclutador”? ¿Cuál es realmente el criterio y el empoderamiento de su puesto de trabajo? a simple vista hay un terrible problema de comunicación en todos los niveles. El personal que permite a un candidato participar en 5 entrevistas de diferentes niveles y luego lo rechaza, tiene deficiencias de dirección y coordinación. Deja mucho que pensar el modo en el que trabajan; no hay análisis, no hay una visión ‘fuera de la caja’.
En mi opinión el reclutador y el supervisor RRHH deberían ser penalizados. Los dos primeros canales de filtro no se cumplen. Llegar a una entrevista con el CEO de una empresa es el “top goal” de cualquier candidato. Exacerbar las expectativas de un entrevistado es completamente fuera de ética profesional como servidor de Recursos Humanos. Definitivamente esta empresa debe revisar su equipo de manejo de personal.
¿y tú que opinas de este proceso de reclutamiento?